jueves, 5 de septiembre de 2013

Las calorías llaman al cerebro a comer


Las calorías de un alimento, mas que su sabor, provoca al cerebro para que comamos ese alimento.

Hace muchísimos años, un profesor mío de fisiología animal -sino recuerdo mal su nombre, el catedrático Carlos Diaz de la Universidad de Valencia (España)- dijo en clase algo así como que la razón de que exsistiese la reproducción, o de que estuviesemos adaptados fisicamente para correr y saltar, o resistir situaciones de estrés como hambre o peligro, todo eso y mas, solo tenía una razón en términos evolutivos.. Nuestro cerebro había creado una estructura para poder perpetuarse en las siguientes generaciones... Puede parecer una barbaridad dicho con tan pocas palabras...  En otros post desarrollaré esta idea, que yo personalmente pienso "muy acertada".. (en el anterior post comento una investigación en esa dirección)

En el sentido que comentaba, el cerebro ha programado la respuesta a los alimentos de modo que cuando hace falta glucosa (la gasolina de las neuronas).., sentimos hambre y comemos; o bien, ante un alimento con calorías y otro sin calorías.. el cerebro nos lleva a comer el alimento con mas calorías..

Investigadores de la Universidad de Yale (EEUU), han podido comprobar que la decisión de qué alimento tomar, en muchas ocasiones no depende de su sabor sino de las calorías que tiene éste. Trabajando con voluntarios, les hicieron tomar dos nuevas bebidas sin calorías con un sabor semejante durante tres semanas.. Una de ellas estaba adulterada con un carbohidrato sin sabor pero que proporcionaba calorías..

Haciendo un escáner al cerebro para comprobar su respuesta a la toma de la bebida, se comprobó que la bebida adulterada con calorías daba una respuesta mucho más enérgica y activa. De algún modo el cerebro se daba cuenta de que una de las dos bebidas tenía la glucosa que necesita para funcionar..

Lo sorprendente, es que los voluntarios aunque se encontraban con bebidas de sabores muy semejantes..., a la mayoría les "gustó" mas la bebida a la que el cerebro respondía enérgicamente por tener calorías.. Se hicieron pruebas cambiando los sabores.. y otra vez, ocurrió lo mismo.

Estas investigaciones abren varias líneas de investigación, una de ellas sería estudiar de qué modo aquellas personas con problemas en el metabolismo de la glucosa -sin llegar a ser diabéticos- podrían estar influidos por su cerebro a comer calorías, o a comer en exceso..  El tiempo nos dará mas argumentos..

A la proxima vez que al ver un comida digamos "se me hace la boca agua..."; mentira, tiene calorías y tu cerebro tiene hambre..

Para saber más. Pincha aquí
Fotografía: www.quo.es

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