Las hormigas y las termitas pueden llegar a ser herramientas rentables y ecológicas para la industria de la explotación de yacimientos minerales (oro, cadmio, platino, etc..)
Científicos australianos han comprobado que las hormigas que hacen sus nidos en terrenos ricos en metales preciosos acumulan durante su vida pequeñas cantidades de estos minerales en sus cuerpos. Estos minerales, al morir el insecto quedan almacenados en la parte superior de los hormigueros, de modo que concentran en un pequeño punto una muestra de los minerales que hay en su entorno. Este detalle es de gran valor para la industria de extracción minera ya que en muchas ocasiones, con los mapas geológicos de un terreno, resulta casi imposible saber con certeza si existe o no un determinado mineral en cantidad suficiente para que pueda ser rentable su extracción.
En concreto, en Australia, hay grandes areas de terreno donde se supone hay yacimientos de oro, pero por las características del terreno, hasta ahora, las empresas deberían invertir cantidades millonarias en estudios y probar suerte para ver si es rentable o no instalar una mina.
Lo mismo ocurre con las termitas en áfrica.
Tal vez en un futuro cercano y con estudios semejantes podamos evitar los grandes impactos visuales, y ecológicos, que se producen en la industria minera.
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